El periodista como asesor político

Periodistas en Acción

Periodistas en Acción

El periodista como asesor político

EL PERIODISTA PROFESIONAL ES EL ASESOR POLÍTICO POR EXCELENCIA
Por Alvaro López

Un periodista que está empapado de las circunstancias de la sociedad, que sabe que le duele o que experimenta la comunidad, es un excelente termómetro para ser tomado en cuenta por parte de los gobernantes de esa misma entidad… Por tal motivo, todas las notas que emanan son reportes vivos que deberían de estar tomados en cuenta…. en la realidad son solo voces, columnas y gritos al vacío…

Un asesor político es un asesor, experto en un campo determinado, ya sea la comunicación, la estrategia política, el marketing, discursos, etcétera, y pone en práctica sus conocimientos para asesorar a un político.

Debido a que un político no puede ser un especialista en todas las materias necesarias para su cargo, necesita de expertos que le guíen….

Un periodista o varios periodistas que conforman «Mesas de redacción» o «Plataforma de análisis» en diversos temas son un contrapeso importante a ser considerado… de ahí el nombre de «Cuarto poder» que se le concede a los Medios de Comunicación… al CONTRA poder como define alguna vez Diego Petersen en sus conferencias sobre temas de Prensa y Política.

Muchos de estos personajes si han sido escuchados en múltiples formas, pero en políticas públicas sus análisis, críticas y propuestas son por completo ignorados… la realidad nos muestra que dichas visiones sociales van en contra de las acciones individuales de personajes de gobierno que se sirven de su posición, comprando en ocasiones las conciencias de los comunicadores…

En México, Los periodistas que se vinculan a un buen medio de comunicación, al correr del tiempo son voces que pudieran marcar liderazgos de opinión… como son los personajes Carmen Aristegui, Pedro Ferriz De Con, Joaquín López Dóriga, Javier Alatorre, Carlos Marín etc.

Muchos de ellos son parte del sistema o del establishment del gobierno, están de alguna forma viculados a presupuestos publicitarios que los hace dejar el periodismo para convertirse en publirreporteros (Mezcla de publicidad con editorial).

Aquellos que por su conciencia son voces sociales incansables, son depurados de las plataformas de comunicación reduciendo sus audiencias a mínimos grupos no identificados…

Otros simplemente son asesinados o eliminados del camino de múltiples formas (extorsión y chantajes). México cuenta con excelentes analistas y portadores del sentir social cotidiano en cada uno de sus rincones… todos con una columna importante de prensa o radio de su comunidad… solo que de ahí no pasan a ningún lado…

Un buen periodista es un excelente asesor político… casi siempre. Un buen crítico de acciones de gobierno es aquel que además de ser ciudadano informado, va más allá de los hechos, procura saber y documentarse más del tema, ahí es donde puede ser parte de un sensor social digno de ser tomado en cuenta por la administración…

Todo esto lo sabemos, solo lo escribimos porque es una realidad obsoleta para quienes conforman las plataformas de gobierno… y la gravedad a la que hacemos énfasis es que está en todos los niveles de la sociedad donde el poder, en cualquier escala, se edifica sobre intereses particulares que perjudican entornos, comunidades, que aun en el marco de la legalidad, no están en las moralidades de la ética, del bien común, de la justicia igualitaria y de la condición humana misma…

Estos referentes hoy están siendo compartidos por la llana visión de personajes que dentro y fuera del periodismo, dentro y fuera del gobierno son estructurados conceptos con ausencia de ESCRÚPULOS…

Los Comunicadores

Los Comunicadores

En diez años, son evidentes lo cambios…

Grupo Reforma

En diez años de evolución editorial GRUPO REFORMA ha dado grandes giros en su propuesta y mercado

  • Alejandro Junco de la Vega dejo el país para vivir en USA por seguridad personal y de su familia
  • Ramón Alberto Garza salió del Grupo Reforma para migrar por varias propuestas editoriales y tecnológicas y fundar hoy REPORTE INDIGO
  • Los diseños editoriales que revolucionan la faz de los rotativos en México de Eduardo Danilo «Danilo Black» son modificados en formatos diferentes (Comercial)
  • Se consolidan Suplementos Sociales
  • Lázaro Ríos conduce el proyecto editorial a la salida de Ramón Alberto Garza
  • Dejan de estar presentes plumas como Germán Dehesa, Carlos Mosnivaís y Miguel Ángel Granados Chapa quienes ya fallecieron
  • La propuesta PALABRA  de Saltillo no está presente en el grupo
La propuesta de este grupo es diferente, sus editoriales son muchas veces incisivos y su propuesta comercial sigue las reglas de no depender de las plataformas gubernamentales…

Jorge Díaz Serrano

La réplica se aplica a visiones que deben de ser comparadas, versiones de un mismo punto que debe de ir a la conformación de los criterios en las audiencias. Hoy la Réplica de Alvaro López se aplica a dos grandes personajes periodistas de altos vuelos que opinan, ofertan su visión la cual es diferente sobre una misma persona.

Sergio Sarmiento y Miguel Angel Granados Chapa exponen su editorial sobre el Ing. Jorge Díaz Serrano. Este es un ejercicio que nos lleva a conformar una tercera visión la cual emana de mis propias percepciones del mismo personaje, donde en el nivel ciudadano de informado provoca que si no un debate otra perspectiva también válida sobre el mismo Ingeniero.

JAQUE MATE / Díaz Serrano

Sergio Sarmiento

(27 abril 2011).- «Estaba yo chapado a la antigua. Ya no».

Jorge Díaz Serrano

Jorge Díaz Serrano es uno de los pocos funcionarios mexicanos de primer nivel que ha pasado tiempo en una cárcel por un presunto acto de corrupción. La gran pregunta es si realmente lo merecía.

Díaz Serrano, en contraste con la mayoría de los directores generales de Pemex, llegó al cargo con experiencia previa en la industria petrolera. En 1976 recibió de su amigo José López Portillo, Presidente de la República, un monopolio débil, importador de crudo. Para 1981 lo había convertido en una potencia exportadora. Esto lo pudo hacer gracias a la inversión en el enorme yacimiento de Cantarell en la sonda de Campeche. De ese desarrollo vivieron durante décadas Pemex y el propio gobierno federal. Por haber «hecho rico» a México, Díaz Serrano se convirtió en un aspirante serio a la Presidencia de la República.

En 1981, sin embargo, el director general de Pemex leyó acertadamente las señales de un mercado internacional que se desplomaba y bajó el precio de la mezcla mexicana de exportación. Los políticos lo cuestionaron por haber actuado sin la aprobación del gabinete. El Presidente ordenó que se restableciera el precio anterior y Díaz Serrano fue destituido. Las ventas de petróleo mexicano se desplomaron y al final el país no tuvo más opción que bajar nuevamente el precio. Pero ya era demasiado tarde. Pasarían meses para que se recuperaran las ventas. Ese episodio fue crucial para detonar la crisis económica de 1982, que se extendería hasta fines de esa década.

Díaz Serrano fue hecho senador por López Portillo, quizá como premio de consolación por no haber sido nombrado candidato presidencial. Sin embargo, en 1983, ya bajo el gobierno de Miguel de la Madrid, fue desaforado, juzgado y condenado a cinco años de cárcel por haber pagado más de lo debido por dos buques petroleros. «¿Por qué un multimillonario se prestó a ese juego?… ¿A quién está protegiendo?», se preguntó el 9 de julio de 1983 en El País el periodista español Jesús Ceberio.

El tiempo demostró que Díaz Serrano no era, para empezar, un multimillonario. El patrimonio reunido como empresario petrolero, y después como director general de Pemex, se esfumó en el tiempo en que estuvo en la cárcel. Al final de su vida vivía con precaria modestia. La pregunta sobre si estaba protegiendo a alguien, sin embargo, se mantuvo viva.

El propio Díaz Serrano manifestó durante años que había sido encarcelado por una maniobra política de quienes no querían verlo convertido en Presidente. Esta fácil explicación, sin embargo, cayó por tierra en una entrevista que me concedió el 21 de febrero de 2004, después de la muerte de López Portillo. Díaz Serrano me dijo que López Portillo le dio instrucciones directas y verbales para hacer la adquisición de los dos barcos. El ex director de Pemex, sin embargo, no reveló esta información en el juicio ni posteriormente… hasta la entrevista que cito.

Uno puede dudar de la afirmación de Díaz Serrano, hecha cuando López Portillo había ya fallecido y no la podía refutar. De lo que no cabe duda es que a Díaz Serrano le debemos que Pemex se haya convertido, aunque sea por un tiempo, en una potencia petrolera mundial. Cuando llegó el momento de la baja de los precios, después de años de ascenso ininterrumpido, supo lo que tenía que hacer y lo hizo con valor. Ya los políticos se encargaron, como siempre, de actuar como si el mercado no existiera, y dejaron a los mexicanos la cuantiosa factura de su error.

Producción  

En marzo de este 2011 Pemex produjo 2 millones 573 mil barriles diarios de petróleo crudo. Por lo menos ya ha quedado atrás la caída precipitada de años anteriores. En el camino, sin embargo, se perdió el 24 por ciento de una extracción que en 2004 alcanzó 3 millones 383 mil barriles diarios. Lo peor de todo es que de lo que ganamos del crudo, gastaremos, nada más en este 2011, 100 mil millones de pesos sólo para subsidiar la gasolina. Irracional.

PLAZA PÚBLICA

Jorge Díaz Serrano

Miguel Ángel Granados Chapa

27 Abr. 11 Que el ingeniero Jorge Díaz Serrano, fallecido anteayer, no pertenecía por completo al pasado, lo enseñan varios indicadores. Por un lado, Pemex mismo, el organismo que él dirigió de 1976 a 1981, lo recordó como a uno de los suyos en una esquela periodística, en su comunicado de prensa y hasta en mensaje de Twitter.

El sindicato petrolero y otras agrupaciones como la Asociación de Ingenieros Petroleros de México, AC. y la Sociedad Cooperativa de Consumo Pemex, SCL deploraron su muerte en términos elogiosos. En cambio, el Congreso no hubiera podido sumarse a tal sentimiento, no obstante que Díaz Serrano fue senador, porque la Cámara de Diputados lo desaforó en 1983. Y ahora encabeza a los diputados priistas el mismo Francisco Rojas que, como secretario de la Contraloría, inició el expediente al cabo de cuyo desarrollo dejó sin escaño y condujo a la cárcel al petrolero ahora finado.

Digo que la dirección de Pemex considera a Díaz Serrano como uno de los suyos no sólo porque doctrinalmente coincide con su credo y sus prácticas, sino porque en el sexenio en que dirigió la empresa petrolera nacional proliferó en ella corrupción semejante a la de ahora, con la diferencia de que altos colaboradores del director general, y él mismo al paso del tiempo, fueron procesados por su conducta contraria a la ley y en perjuicio del órgano para el que trabajaban.

Díaz Serrano protagonizó un caso de hombre hecho a sí mismo que pudo concluir en la Presidencia de la República, según lo consideró seriamente su amigo José López Portillo, quien lo designó y removió de la dirección de Petróleos Mexicanos. Nacido en Nogales, Sonora, el 6 de febrero de 1921, estudió ingeniería en la ESIME del IPN (y mucho tiempo después historia de México y del arte en la UNAM); se hizo desde muy joven empresario y proveedor de Pemex. El punto culminante de esa carrera lo representó su participación en Perforaciones Marinas del Golfo (Permargo), cuya propiedad se dividía entre los tres Jorges: Escalante, Díaz Serrano y Bush, poco antes de que éste triunfara en la política norteamericana. Permargo recibía jugosos contratos de Pemex, que sólo en los tiempos en que Díaz Serrano fue director importaron 25 mil millones de pesos.

Valido de su amistad personal con López Portillo, Díaz Serrano dirigió Pemex como cosa propia, lo que le ocasionó enfrentamientos con miembros del gabinete. Pretendió ir más allá de un convenio de provisión de gas a Estados Unidos firmado por el canciller Jorge Castañeda y aunque finalmente se atuvo a sus términos, las ocho gaseras norteamericanas a las que les proveyó ese energético lograron volúmenes y precios ventajosos.

El colmo de su autonomía llegó en junio de 1981, cuando sin consultar al gabinete económico del que dependía, pero con la autorización presidencial, disminuyó en 4 dólares el precio del petróleo sin bajar el volumen de la producción. Anticiparse a las medidas de la OPEP a favor de los consumidores, principalmente Estados Unidos, desordenó el mercado del petróleo y enfureció a los colaboradores de López Portillo. No quedó a este más remedio que despedirlo aunque de inmediato aceptó hacerlo embajador en Moscú y senador por Sonora.

El Presidente consideraba a Díaz Serrano como un precandidato, al lado de Javier García Paniagua y Miguel de la Madrid, según confió a este último a la hora de anunciarle que sería su sucesor. Ya siéndolo, De la Madrid emprendió una tardía y selectiva batalla contra la corrupción en Pemex, que culminó con el proceso a Ignacio de León y Jesús Chavarría, cercanos colaboradores de Díaz Serrano, y con el desafuero y enjuiciamiento al propio sonorense.

Dos años después de su caída en Pemex, el 29 de junio de 1983, la Secretaría de la Contraloría, cuyo responsable era Francisco Rojas, planteó el caso ante la Procuraduría General de la República, que pidió el desafuero del senador, acusándolo de obtener personalmente una ganancia de 5 mil millones de pesos en la adquisición de dos buques tanque gaseros.

El 30 de julio de 1983, al serle retirada la inmunidad parlamentaria, él mismo se presentó ante la autoridad. Quedó encarcelado exactamente cinco años, hasta el 30 de julio de 1988.

Aunque se discutió en qué medida su prisión se debía a rencores antiguos del Presidente mismo y algunos de sus colaboradores, lo cierto es que la opinión pública tuvo durante muchos años información suficiente y clara sobre la deshonestidad administrativa prevaleciente en Pemex. Tanto esa corrupción como la política favorable a los grandes consorcios energéticos habían sido puntualmente denunciadas por Manuel Buendía, Heberto Castillo y Raúl Prieto, que ofrecieron evidencia documental y razonamientos técnicos desoídos por López Portillo.

En la cárcel escribió su defensa, un libro autobiográfico titulado Yo, Jorge Díaz Serrano, aparecido en marzo de 1989, en que refuta a sus críticos y niega haberse corrompido: «He sido víctima de una persecución innoble -dice en su prólogo- que desacreditó a sus autores ante la opinión pública nacional y extranjera. Esa torpeza puso en evidencia que a pesar de lo mucho que México ha progresado en lo material, quienes lo gobernaron en el pasado sexenio, no obstante sus méritos académicos, no alcanzaron la madurez emocional suficiente para frenar sus elementales pasiones».

En 1992 publicó La privatización del petróleo mexicano, en que recomendó «asociarnos con las grandes compañías para explorar, explotar y vender nuestro petróleo en las mejores condiciones».

Cajón de Sastre

Irrupción torpe y sin sentido, producto de la ignorancia, o provocación dirigida a generar intolerancia mayor que la que ya amenaza a la sociedad capitalina, la acción del grupo que ingresó el domingo en la catedral metropolitana es condenable sin ambages. Aun si se tratara de una manifestación candorosa de afirmación de un credo contra otro, significó un riesgo que pudo haber tenido un mal fin, pues fue posible que la agitación generada desatara una violencia descontrolada. Las seis mujeres y el hombre que alteraron la alegría de la Pascua de resurrección hubieran merecido por lo menos una admonición de la autoridad ministerial que los dejó libres o la aplicación de una multa administrativa por interrumpir una manifestación de fe en un lugar público pero destinado a un fin que por sí mismo excluye a intrusos.

miguelangel@granadoschapa.com

Alvaro López

Dos visiones diferentes sobre un personaje que incursionó en los grandes niveles internacionales de una Nación.

México es mucho mas que PEMEX, pero PEMEX es PEMEX, ayer, hoy y por lo pronto mañana… no sabemos si pasado mañana seguira como va o estará como creemos que está.

Jorge Díaz Serrano, es suegro de George W. Bush mucho antes de que este llegue a la Presidencia de los Estados Unidos.

Jorge Díaz Serrano es miembro clave del negocio del petróleo del mundo antes de que José López Portillo sueñe con ser Presidente de México…

Díaz Serrano es clave para que México llegue a los niveles de rentabilidad de la Paraestatal porque tiene los medios y la información necesaria por arriba de un protocolo de Gabinete.

Tiene razón Sarmiento cuando refiere de la gran capacidad de ejecutivo y saber que timón tomar y como operarlo… Tiene razón Granados Chapa de referir a Manuel Buendía y a otros periodistas que PEMEX es operada como empresa de un hombre y no patrimonio de una nación.

Ambos editorialistas mencionan el «Evento» que le permite a Díaz Serrano operar con sus clientes de Estados Unidos un Petróleo 4 US menos por barril ganando el tiro a los miembros de la OPEP a los que México no ha ingresado entonces y es ahí donde tenemos dos puntos de vista si no radicales si vistos con tendencias diferentes.

Lázaro Cárdenas expropia la industria Petrolera y es hasta Díaz Serrano con López Portillo que la empresa es operada como si no estuviera nacionalizada.

Ninguno de los dos periodistas nos hace un marco referencial de corruptelas y manejos de caja chica y apoyo al PRI para procesos electorales, nadie relaciona el evento de un Díaz Serrano que controla a un sindicato que más adelante deja de ser leal a la presidencia para apoyar a Cuauhtémoc  Cárdenas

No hay marco ni referencia que en tiempos posteriores a Díaz Serrano, la capacidad de la paraestatal va a la baja en todos los aspectos, que el espíritu de la industria petrolera no prevalece en la empresa y que en breve sera otro presidente el que aseste un gran golpe a un sindicato traidor al voto corporativo del PRI y que llevara a la cárcel a «La Quina» ahora con Carlos Salinas de Gortari.

Ninguno de los dos (editorialistas) hace tampoco un exhorto hacia una reflexión que aterriza en este sexenio con Juan Camilo Mouriño que junto a su padre también se exhiben las manos sucias de un Secretario de la Presidencia de la República hoy de Acción Nacional… Asunto documentado por AMLO como venganza por haber perdido las elecciones en el Supremo Tribunal Electoral y no en las boletas…

Donde está la referencia de un Díaz Serrano que opera en su segundo libro la Modernización de un PEMEX en la ruina técnica y operativa.

Habrá que esperar que la marea del Tráfico de Armas, se calme en México, para que los cables de Wikileaks, exhiban si es que hay más información vedada a los mexicanos de a pie.

Los hoy periodistas uno de «Iniciativa México» que operan desde TV Azteca y otro «Tlatoani» en la mesa de Redacción de Reforma no exponen ante los lectores mas que un tema de espacio editorial que deben cubrir con la nota del día.

Jorge Diáz Serrano es una referencia de debate, es una persona que representa a «La oligarquía» que sigue presente aun con la ausencia del «Inge del Poli» que hizo historia, su propia historia, una historia que corresponde a otro intricado capítulo mexicano de complejos recovecos que solo existen entre Los Pinos, Palacio Nacional, Las plataformas de PEMEX y la Torre de la misma paraestatal, todas debidamente conectadas a un rancho en Texas.

Feliz Navidad una década cambia, otros retos nos esperan

Para quienes en esta década ejercimos el periodismo, aprendimos de el, de la fuente y de la audiencia, los retos que comenzamos a experimentar en este WIKILEAKS fin de año, nos llevan a redoblar esfuerzos por realizar un periodismo serio hoy mas que nunca, una plataforma que cada vez debe ser mucho más dinámica, mas sencilla, mas elocuente, mucho mas formativa e informativa…

Los Secretos del Poder... "State of play"

Tengo una reflexión que leo en una revista de ITSMO ahora en su 50 aniversario, donde Ernesto Uranga Flores hace la referencia a un axioma que Aristóteles llevó a máxima… «Soy amigo de mis amigos… pero soy mucho mas amigo de la Verdad»… Reflexion que pone a WIKILEAKS en la balanza, en ambos lados….

Muchas felicidades a todos los medios, periodistas, personas que están inmersos en el mundo de la información, en uno y otro lado de donde el mensaje forma parte de un usuario gracias a la tecnología…. Muchas Felicitaciones a Ocho Columnas que estrenó este día formatos y contenidos, lo mejor para Gonzalo Leaño, Michelle y todo el equipo que comanda Martín Holguín… Saludos Xavier Zaragoza del Círculo de Periodistas de Jalisco… un abrazo a todos

Monsivais… Referencia obligada

Carlos Monsivais… Biografia

Carlos Fuentes / Monsiváis



Carlos Fuentes

(22 junio 2010).- Religiosa, sexual, culturalmente, era excéntrico a las normas de la tradición mexicana. Pero su genio consistió en violar la tradición acrecentándola, dándole nuevos caminos a nuestra vida religiosa, sexual, cultural.

Lo había oído, siendo niño Monsiváis, en el programa de «Los niños catedráticos». Lo conocí más tarde. Yo estudiaba en la Facultad de Derecho en San Ildefonso. Monsiváis y José Emilio Pacheco eran alumnos de la vecina Preparatoria Nacional. Ambos se acercaron, por ese proceso de imantación que llamamos «simpatía», a los alumnos de jurisprudencia que publicábamos, amparados por el maestro Mario de la Cueva, la revista «Medio Siglo». Allí aparecieron, si no me equivoco, textos primeros de Monsiváis y Pacheco. Los unía a nosotros la amistad compartida con Sergio Pitol quien (como yo, más que yo) se acomodaba mal a los estudios y prácticas juristas.

Monsiváis, en cambio, tenía clara la visión de sí mismo. Podíamos, él y yo, parearnos en literaturas contemporáneas. Pero Monsiváis tenía un conocimiento asombroso de la poesía mexicana de los siglos diecinueve y veinte. Competía con Gabriel García Márquez en recitar de memoria a los poetas grandes y pequeños. Añado «pequeños» no por insignificantes, sino porque formaban parte del vasto mundo del acontecer cotidiano, cuyo porvenir desconocemos. Acaso por una suerte de simpatía a la vez anticipada y, por si acaso, histórica, Monsiváis reunía con inmenso interés y cariño letras de boleros, periódicos antiguos, revistas desaparecidas, caricaturas políticas, monos y monerías. Todo lo que cobró presencia histórica en su personal museo de «El Estanquillo».

Me inquietaba siempre la escasa atención que Carlos prestaba a sus dietas. La Coca-cola era su combustible líquido. No probaba el alcohol. Era vegetariano. Su vestimenta era espontáneamente libre, una declaración más de la anti-solemnidad que trajo a la cultura mexicana, pues México es, después de Colombia, el país latinoamericano más adicto a la formalidad en el vestir. Creo que jamás conocí una corbata de Monsiváis, salvo en los albores de nuestra amistad.

Compartimos una pasión por el cine, como si la juventud de este arte mereciera memoria, referencias y cuidados tan grandes como los clásicos más clásicos, y era cierto. La frágil película de nuestras vidas, expuesta a morir en llamaradas o presa del polvo y el olvido, era para Monsiváis un arte importantísimo, único, pues, ¿de qué otra manera, si no en el cine, iban a darnos obras de arte Chaplin y Keaton, Lang y Lubitsch, Hitchcock y Welles? Y no se crea que el «cine de arte» era el único que le interesaba a Carlos. Competía con José Luis Cuevas en su conocimiento del cine mexicano y con el historiador argentino Natalio Botana en películas de los admirables años treinta de Hollywood.

Juntos, presentamos hace un año diez películas que juzgamos las mejores de todos los tiempos -del Amanecer de Murnau a Bailando bajo la lluvia de Kelly y Donen. Pero enseguida nos dimos cuenta de la injusticia e insuficiencia de tal selección. ¿Dónde quedaban Antonioni y Bergman, Rogers y Astaire, el cine de gangsters, los westerns que Alfonso Reyes calificaba como «la épica contemporánea»? ¿Y dónde, Juan Orol y Rosa Carmina; dónde las cejas actuantes y activas de María Félix y Dolores del Río; dónde los parlamentos inescrutables de Arturo de Córdoba y la inventiva popular de Clavillazo?

Recuerdo estas pasiones de Monsiváis porque formaban parte de su vasto apetito, su fantástica asimilación de todo, añado, lo que el mundo «oficial» desconocía o desdeñaba. Curioso hasta las cachas de lo que sucedía en el mundo político, Monsiváis separaba muy bien la autenticidad de las apariencias y de éstas se burlaba con un humor que desnudaba a los pomposos, desmentía a los mentirosos y señalaba a los criminales. Creo que nadie, en la sociedad mexicana contemporánea, escapó a la mirada, irónica, solidaria, burlona, camarada, de Carlos Monsiváis. La ridícula respuesta de Vicente Fox a la muerte del escritor lo comprueba.

En 1970, estrené una obra mía, El tuerto es rey, en el teatro An-der-Wien de la capital austriaca. Monsiváis, hilarante, me dijo en el intermedio que había en la sala dos o tres espías del presidente Gustavo Díaz Ordaz porque el mandatario imaginaba que el título se refería a él. Típico error de la presunción política, que causó una risa incontenible cuando se lo conté a la actriz María Casares y al director Jorge Lavelli. Con mi amiga Caroline Pfeiffer, que era representante de gente de teatro y cine, viajamos a Italia y presenciamos la filmación de La muerte en Venecia de Thomas Mann. Dirigía Luchino Visconti y, después de saludarlo, Monsiváis miró al Adriático y prometió no lavarse más la mano. Seguimos a Milán, donde una confusión enredó a Carlos con una manifestación de comunistas y a París, donde lo invité a vivir en el apartamento que yo ocupaba en la Isla St. Luis. Juntos fuimos, guiados siempre por Caroline, a la casa de campo de Alain Delon quien nos sentó dos días a ver el mundial de fútbol en la tele y, de regreso a París, fuimos juntos también a visitar a Pablo Neruda en el hotel del Quai Voltaire.

Neruda estaba en cama, empijamado, fatigado tras asistir al entierro de Elsa Triolet, la mujer de Louis Aragón. La conversación Neruda-Monsiváis fue muy singular.

-¿Cómo se encuentra? -le preguntó Neruda a Monsiváis-.

-Sucede que me canso de ser hombre -contestó Carlos-.

Al principio, Neruda no registró la cita.

-¿Y qué hace en París? -continuó Pablo-.

-Juego todos los días con la mar del universo. -Citó Monsiváis y Neruda, cayendo en el juego, se rió y decidió continuarlo, hasta la pregunta a Carlos: -¿Y que escribe ahora?

-Los versos más tristes.

-¿Cuándo?

-Esta noche.

Ingenio rápido, cultura profunda, mirada penetrante, referencia oportuna, melancolía escondida, regocijo siempre.

¡Qué falta nos harán todas estas características del grande y único Carlos Monsiváis!

GRANADOS CHAPA/MONSIVAIS…

PLAZA PÚBLICA / Carlos Monsiváis

Descubrió los recovecos de una sociedad cada vez más heterogénea porque participaba de las nuevas formas de relación y de festejo de los jóvenes, de las minorías, de las expresiones culturales emergentes

Miguel Ángel Granados Chapa

(22 junio 2010).- Carlos Monsiváis murió en junio, el mes caro a Carlos Pellicer, cuyos contundentes poemas recitaba gozoso. Ésa era una primer combinación de las dotes que le prodigó la vida. Era memorioso y sensible. Lo recordaba todo de casi todo. Era capaz de repetir diálogos cruciales de las muchas películas que vio en público y en privado, en una de las primeras pantallas de televisión de gran tamaño que hubo en México, suficiente para apreciar creaciones de enorme ambición como Alexanderplatz. Pero no era un erudito convencional, capaz de traer a la conversación los datos pertinentes y aun los que no lo son. Su vasta información estaba viva, la aplicaba a la múltiple interlocución que mantenía con personas de toda laya. Por eso hubo multitudes en los actos fúnebres a que se le sometió. Porque Monsiváis ha sido un muerto de todos. Por eso sobraba la disputa sorda entre autoridades federales y capitalinas por la sede para tributarle homenaje (frase esta última merecedora de figurar en una próxima edición de Por mi madre, bohemios). Por eso carecía de sentido impugnar la presencia de funcionarios con los que Monsiváis hubiera tenido, y de hecho tuvo, trato civilizado, que nunca implicó sujeción ni respeto humano, en tanto que obstáculo para la crítica. Monsiváis practicaba, no sé si por haberla escuchado de su autor, o por convicción propia, la máxima de Manuel Buendía, su amigo entrañable: No escribir nunca sobre una persona nada que no sea posible decirle en una conversación cara a cara.

Monsiváis era ajonjolí de todos los moles. Se le podía escuchar en el principal noticiario de Televisa sin que por ello se adhiriera a las prácticas y los intereses de esa televisora. Descubrió los recovecos de una sociedad cada vez más heterogénea porque participaba de las nuevas formas de relación y de festejo de los jóvenes, de las minorías, de las expresiones culturales emergentes. Conquistó tempranamente su propia libertad y buena parte de su vida la entregó a extender a la sociedad esa libertad propia a la que nunca renunció.

Nació en las márgenes de la sociedad. La religión familiar, una confesión cristiana no católica, lo apartaba de la mayoría de los niños con los que convivía en la calle y en la escuela. Era, asimismo, un hijo sin padre. Durante muchos años Carlos Monsiváis usó únicamente el apellido de su madre, doña Ester, una figura central en la construcción de la personalidad de su hijo. Ya adulto aceptó reconocer la presencia paterna, usando como segundo apellido el que se le negó civilmente. Fue hijo del doctor Salvador Aceves, un eminente médico, subsecretario de Salubridad, presidente o animador de varias academias de su profesión.

Monsiváis se formó simultáneamente como intelectual y como militante. Su primera expresión de protesta, a los 16 años, consistió en concurrir a un mitin antiimperialista, en que se denunciaba la injerencia norteamericana en el golpe militar que derribó del poder en Guatemala a Jacobo Arbenz. Al mismo tiempo escribía ya. Examinaba con hondura sorprendente los libros que leía, lecturas insólitas para su medio y su tiempo. En muchos sentidos, aunque fuera alumno fallido y nunca ejerciera allí el magisterio formal, Monsiváis fue un hijo, una hechura de la Universidad Nacional. Cursó en ella estudios de economía y de filosofía y letras, y desplegó sus primeras incursiones literarias bajo el cobijo de la difusión cultural universitaria. La revista Medio siglo, dirigida en aquel momento por Sergio García Ramírez, su amigo hasta el fin de sus días, era una iniciativa estudiantil, pero apoyada por las autoridades de la Universidad. En Radio UNAM, igualmente, hizo historia su participación en El cine y la crítica, una emisión dirigida por Nancy Cárdenas cuyo título era fielmente cumplido: se hablaba, sí, de cine, pero también y sobre todo se ejercía la crítica social, la crítica política, la disección de los personajes del escenario nacional, que fue una de las tareas en que Monsiváis nunca cejó.

Ha dicho Horacio Franco, el gran flautista, presente en el funeral de Monsiváis, que si bien Carlos no salió del clóset fue central en la defensa de los derechos de los gay. Pienso que Monsiváis no tuvo necesidad de salir del clóset porque nunca estuvo dentro, porque con la discreción con que vivió su vida personal no hizo proclama alguna de su preferencia de género. Si nunca ocultó sus convicciones políticas no tenía por qué hacerlo en la elección de otros modos de vivir su vida.

Monsiváis fue pionero en la valoración de las culturas populares y la cultura de masas. Aquellas resultan de las vivencias de la gente, que prolonga tradiciones que le han sido legadas, o asume nuevas formas de relación. La cultura de masas es impuesta por los medios electrónicos y los intereses financieros que los hacen posibles. Monsiváis desentrañó esos fenómenos con sabia penetración de sociólogo y porque, como lo reivindicó Elena Poniatowska a la hora de su muerte, era un pensador.

Octavio Paz, con quien riñó y se amistó, quiso disminuirlo al decir que Monsiváis no tenía ideas sino ocurrencias. El poeta erró al no entender que Carlos era generador al mismo tiempo de ideas y de ocurrencias. Mente chispeante la suya, veloz y mordaz, producía un destello de luz que después se volvía fluido permanente, que vertía en sus libros, en sus conferencias, en sus conversaciones. Amén de extender a todos su propia libertad, Monsiváis quiso que sus saberes, vastos y profundos, fueran el saber de todos.

Cajón de Sastre

Renunció el ingeniero Rafael Rangel Sostmann a la rectoría general del Tecnológico de Monterrey. Había ejercido ese cargo durante un prolongado y fructífero periodo, en que esa institución creció en las diferentes dimensiones en que es posible medirla. Hemos de preguntarnos si su dimisión no es un daño lateral de la guerra que libra el gobierno federal contra el narcotráfico. Recordemos que hace tres meses, el 19 de marzo, fueron muertos dos estudiantes de posgrado del Tec, en circunstancias que no han sido todavía cabalmente explicadas (ni siquiera se ha aclarado quién desposeyó a las víctimas de sus credenciales de identificación). El rector Rangel se sintió engañado por las primeras versiones de la autoridad y luego emprendió una campaña que implicaba una no muy velada denuncia de los excesos del Ejército. ¿Se lo han reprochado de este modo los patronos?

miguelangel@granadoschapa.com

Nuestro Periodismo… intentos!!!

¿Cuantas veces nuestro periodismo es mas conjetura que veracidades?, no veo nada de malo en que la verdad sea un proceso de decantación de un suceso, de una noticia, de un accidente, de un secuestro… de lo que sea. Pero es importante saberlo.

A mi reclamo sobre el hecho de ir tras de la recuperación de Diego Fernández, ir por el, recuperarlo, desecuestrarlo, por arriba de lo que piense su familia, los medios (TELEVISA) si es un secuestro en marcha (¿?) o el mas especular acontencimiento de impacto para Gobernación, el Despacho FDEZ y Cía, la familia,  o al mismo Calderón…

Esto es un agravio a México a los mexicanos….  así he deambulado entre noticias, noticieros, internet hasta que me tope el editorial de REFORMA de  Miguel Angel GRANADOS CHAPA que me iluminó, me nutre de información y coherencias un momento… descubriendo que sus conclusiones son  un proceso de información.

El proceso se manifiesta días antes conforme fue llegando la misma información la cual EL fue presentado…. y es el proceso de la presentación la que cuando creo que se ha llegado a la verdad… tanta especulación y reflexiones terminan por volver la verdad en completa realidad solo para INCRÉDULOS…

Hipótesis sobre Diego

Conforme pasan los días sin que reaparezca Diego Fernández de Cevallos —de quien formalmente no se tiene noticia desde el 14 de mayo por la noche— aumentan el número y la variedad de las conjeturas, las versiones sobre el significado de la desaparición del ex candidato presidencial, acerca de la identidad e intenciones de quienes se lo llevaron y en relación con el paradero del relevante político.

Algunas tienen importancia por la coherencia de la explicación, otras por su procedencia.

Este último es el caso, por ejemplo, de la difundida por Fauzi Hamdan, una de las personas más próximas, profesional y personalmente a Fernández de Cevallos. Fue Diego mismo quien llevó al ahora rector de la Escuela Libre de Derecho a la política, como candidato externo a una diputación, en 1991. Fueron después juntos al Senado, donde fue visible y sensible la confianza que el coordinador de la fracción panista dispensaba a quien, por lo demás, era también socio en su despacho.

Para Hamdan, fue un grupo de poder el que se llevó a Fernández de Cevallos. Dijo a Carmen Aristegui que “se ve claramente, por todas sus acciones externas y señales (que se trata) de un gran poderío, de una gran organización, de grandes recursos. No sé si haya algún contenido ideológico en este grupo, pero podría haberlo”. Desechó, por lo tanto, la tesis del secuestro meramente mercenario. Conocedor del entramado de los negocios del “Jefe” Diego, su afirmación aproxima, y avala en cierto sentido, otras hipótesis que suponen que por la libertad del panista eminente se pagará no sólo dinero sino también información cuya entrega significaría una especie de baldamiento, pues disminuiría las amplias capacidades de movimiento y acción que hasta ahora ha ejercido el aspirante presidencial en 1994.

En más de un sentido coinciden el dicho de Hamdan, y sus implicaciones, con la exposición hecha por Antonio Navalón, la más completa publicada en torno de la desaparición más sonada en lo que va de este siglo. La conjetura importa por quien la origina y por quien la difunde. La fuente sería “un secretario”, cuyo nombre no se menciona y discretamente se busca nublar, pero que sólo puede ser el de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna. Permite suponerlo el vasto aparato de inteligencia que “el secretario” puede manejar, capaz de tener intervenidos teléfonos públicos en número tal que haya permitido localizar aquellos desde donde los captores de Diego hicieron su primera llamada.

El poderío de quienes tienen consigo al “Jefe” sería en cambio de tales dimensiones que remitieron a “el secretario” fotos de los agentes que envió a la imposible tarea de tomar huellas digitales en aparatos utilizados todos los días, aun con el auge de la telefonía celular, por cientos de personas.

Las fotos llegaron acompañadas de un mensaje: “una sola vulneración más del acuerdo y verán la ejecución de Diego en vivo y en directo”. El acuerdo aludido es el de los captores y la familia, que mantiene al margen a ciertos medios colaboradores y fuera de la indagación a las autoridades. A ese acuerdo ha faltado “el secretario”, quien “supo que el Estado no se podía retirar aunque lo ordenara el Presidente, entendió la necesidad de saber quién se lo había llevado y decidió investigar y cumplir con su deber”.

A partir de ese momento el cruce de mensajes se realiza en templos guanajuatenses, pista que a un investigador serio, como no parece serlo “el secretario”, habría ya conducido a precisar el paradero si no de Fernández de Cevallos sí al menos de quienes lo mantienen cautivo. Se negocia un doble pago: dinero en efectivo “y material del que se están haciendo” los captores. Se ha pactado cubrir “50 millones de dólares o 550 millones de pesos pagados en una sola entrega.

El dinero se está recaudando. Hay quien ha estado dispuesto no sólo a colaborar con el silencio, el retiro o con mirar hacia otra parte, sino poniéndole dinero a la charola” (El Universal, 7 de junio).

Antonio Navalón pudo haberse ganado perfectamente la confianza del “secretario” que le habría confiado las anteriores informaciones. Disfruta un sitio de privilegio en el ambiente político y periodístico mexicano.

Operador de Felipe González cuando éste encabezó el Gobierno español, aprovechó la estrecha relación del PSOE, el partido entonces en el poder, con el vasto imperio mediático de Jesús de Polanco, y cuando González fue vencido por José María Aznar, Navalón fue nombrado delegado de Prisa en México y como tal es responsable de la edición mexicana de El País (que ahora circula adosado a un poco significativo diario tabloide especializado en economía). Gestiona los asuntos de ese cargo en un amplio despacho en el Paseo de la Reforma donde se graban las emisiones del programa “Sobremesa”, dirigido por Navalón, y difundido por TV UNAM, el canal de los universitarios.

Escribe además en El Universal y tiene acceso a políticos y funcionarios de alto nivel.

Sintetizo, en fin, la muy coherente hipótesis forjada por un legislador eminente, con experiencia académica y profesional en criminalística y seguridad pública, y quien se allegó datos de la averiguación oficial. No llega a usar la palabra autosecuestro pero subraya que no se escuchó el motor del vehículo en que se habrían llevado a Diego, ni tampoco se registraron huellas de su rodamiento.

Si no se tomó nota de esas señales, reflexiona, es porque no las hubo, pues la presunta víctima habría llegado como se sabe pero quizá no fue llevado como se supone.

miguelangel@granadoschapa.com

Saque cada uno de ustedes sus conclusiones

Saludos ALVARO LOPEZ ICONO GDL