Miguel Rivera Delgadillo ANPPRyT
Como ya es costumbre, desde hace 8 años el festejo del Día del Periodista que realiza la Asociación Nacional de Periodistas de Prensa, Radio y TV. A.C. cada 7 de junio y que por Acuerdo de la Organización de las Naciones Unidas, se establece desde principios de los años 90s. una vez más la asociación reconoce a un grupo de personajes que por su desempeño y labor, son merecededores de un referente de ANPPRyT
La ANPPRyT no sólo organiza fiestas, como pudieran pensar algunos, nada más alejado de la verdad. También organizamos cursos de computación y de redacción; tenemos clases de escritura abreviada y de ortografía; organizamos un certamen de cuento corto; haremos un torneo de ajedrez, un concurso de poesía y otro de declamación. Estamos apoyando a los compañeros que actualmente trabajan en radio o televisión, en el trámite gratuito de su Certificado de Aptitud, ante la Secretaría de Educación, para que en un futuro no tengan algún problema que se los impida, por falta de tan importante documento….
Así mismo estamos apoyando a los compañeros que deseen obtener su Título de Licenciado en Periodismo, documento éste que muy pronto será exigible para quienes quieran seguirse ostentando como periodistas. Muy pronto será una realidad la vigencia de la Ley para el apoyo y protección de los periodistas del Estado de Jalisco, la que traerá aparejada una serie de beneficios para todos los periodistas de Jalisco, activos y retirados. Nuestra Asociación es la autora y promotora del Proyecto de Ley correspondiente. Y, en fin, sería muy largo enumerar todas las acciones que realiza en forma constante y permanente nuestra Asociación, todas ellas tendientes a lograr la superación personal y profesional y económica del gremio periodístico. (Estracto de la bienvenida que Miguel Rivera Delgadillo expresa en la llegada al evento de ANPPRyT 2014.
Francisco Cuevas Corona
Estracto del mensaje elaborado por el periodista Francisco Cuevas Corona…
«Esta opinión que hoy comparto con ustedes es fruto de la experiencia del trabajo por distintos medios de comunicación del estado de Jalisco en los últimos 38 años desde el primer día en la radio en Inforjal hasta la DK… Lo subrayo debido a que, hoy en el festejo del día del Periodista, no hablaré sobre el derecho inalienable que tenemos de ia libertad de expresión o de las constantes amenazas del crimen organizado sobre ei gremio, o bien de los injustos salarios que mantiene el sistema de negocios de la comunicación.
No, lo que deseo es trasmitirles una reflexión sobre el poder que ejercen los funcionarios públicos o los políticos de cualquier filiación sobre los medios de comunicación para los periodistas que ejercen sin mayores títulos su derecho a decir lo que investigan, documentan e informan a sus lectores, televidentes o radioescuchas.
Nadie o muy pocos niega el poder que sobre los medios ejerce la compra de publicidad, enmascarada, maquillada o abierta, a través de gacetillas o mensajes, entrevistas o reportajes, el fin es lo mismo: se compran espacios, al menos así lo creen.
Pero, el gran problema es que ese espacio es eso, un tiempo, unos minutos en la radio o televisión, un cuarto de página en cualquier diario, semanario o revista, es eso simplemente: un medio para su mensaje.
No es como pretenden algunos, la compra de opinión, de cifras y de datos, el maquillaje estadístico o la modificación de la última encuesta de opinión y mucho menos los hechos y los datos duros de tal o cual investigación. No se compra la conciencia, no le hemos puesto el título de SE VENDE a la columna en el diario, a la opinión radiofónica o al pensamiento de opinión, ni a la forma de señalar las corruptelas, truculencias o las serias ineptitudes en el ejercicio del poder público o privado…. El periodista ya sea columnista, reportero, conductor de noticias, editor o investigador no VENDE el contenido y mucho menos el pensamiento o la creatividad de ideas, al menos eso creo hasta hoy.
Es lo que observo como lo más peligroso para nuestra hermosa profesión en estos tiempos en que, el capitalismo voraz e insaciable y la mercantilización de todo esta al mejor postor, al que mejor liquide la cuenta, al que ataque de la mejor forma al opositor del que firma el cheque. Son los tiempos que corren y a estos molinos reales nos tenemos que enfrentar. Ni modo.
La venta de publicidad no es como se pudiera creer en un sistema en donde la credibilidad, la veracidad, la honestidad y el prestigio del medio y del periodista confiable son los elementos fundamentales para la venta del espacio que tiene la finalidad de informar verazmente a su único destinatario: el público que lo lee, escucha o ve… Esa misma Credibilidad tiene un valor agregado más para todos nosotros y para los medios de comunicación en los tiempos que corren. En donde la inmediatez, la mentira cínica de “difama que algo queda”, en la difusión desproporcionada por la falta de tiempo y sobre todo, de reflexión y análisis, queda eliminada porque tenemos que pasar a la siguiente nota, comentario o bien al torbellino de información que nos amaga minuto tras minuto.»
Sergio René de Dios
Aunque son garantías constitucionales, plasmadas en diversos documentos internacionales suscritos porMéxico, la libertad de expresión y el derecho a la información no dejan de ser meras frases si no se ejercen, si no se concretan en nuestra vida cotidiana. Y cuando hablo de ejercerlas o aplicarlas me refiero tanto a los ciudadanos como a ios periodistas.
Pero ejercer la libertad de expresión en México, la libertad de expresar lo que pensamos, hacemos y sentimos, de manera responsable, argumentada, clara y respetuosa, implica numerosos riesgos. Ejercer la libertad de expresión o el derecho a la información en nuestro país es hacer frente a posibles presiones, desde unas de talante menor hasta otras graves.
Garantizar el derecho a que la población esté informada ha tenido como respuesta numerosas agresiones a nuestro gremio. En lo que va del presente siglo, más de 80 periodistas han sido asesinados en el país por ejercer el derecho a informar. Otra veintena están desaparecidos y cientos han sido lesionados, amenazados o presionados. Una decena de instalaciones de medios informativos han sido allanados, baleados o sufrido destrozos por ataques con granadas.
Los periodistas padecemos tiempos de alto riesgo mientras ejercemos nuestra labor. Ya no sólo nos esforzamos por mejorar nuestra redacción o lenguaje, utilizar las diversas plataformas, dominar aparatos móviles y nuevas tecnologías para transmitir información o, por ejemplo, comprender fenómenos complejos para evitar análisis simplistas; ahora, además, requerimos conocer y adiestrarnos en el uso de protocolos de seguridad si como periodistas abordamos temas o asuntos que puedan incomodar a un grupo delictivo o a un grupo con poder.
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