PROPAGANDA VS. VERDAD
PROPAGANDA VS. VERDAD
PROPAGANDA VS. VERDAD
Los últimos meses de 2014 fueron de “¡Duro contra México!” ya que con cualquier pretexto o motivo se intentó cuestionar todo, se habló de hartazgos, se rasgaron vestiduras, presentaron a nuestro país como un infierno. Golpeteo, propaganda, campañas orquestadas de tipo “ablandamiento”, como las usuales previas a negociar algo importante, para enflacarle al de enfrente sus capacidades negociadoras. Propaganda versus Verdad. Medias verdades convertidas en grandes mentiras. Generalizaciones arbitrarias, luego repetidas y repetidas con categoría de dogma.
“Multitudes” de manifestantes., activistas seguidos por los reflectores con la protesta de cada día. Provocaciones burdas. Mentiras enormes. Exageraciones que no resisten una elemental confrontación con los hechos. Porque el hecho verificable es que México dista mucho de ser “el peor sitió” que repetían una y otra vez los activistas políticos vestidos de comentaristas.
El último reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, señala con toda claridad que Honduras, Venezuela, Belice, El Salvador y Guatemala son los cinco países en el mundo con más homicidios por cada 100 mil habitantes. Para razonar: ¿Por qué lo negativo que sucede en México tiene, a últimas fechas, resonancia mundial, como si la violencia, la corrupción y la arbitrariedad fueran exclusivos de nuestro país? Es claro que se trata de algo prefabricado que tiene vinculación con presiones internacionales, por supuesto que referentes a la negociación de las nuevas reglas para el sector energético de México.
Debilitar la posición negociadora y debilitar al negociador son estrategias obvias cuando grandes intereses entran en juego. Pobreza, hambre, escasez de productos básicos (aparte de ser el segundo país más inseguro del mundo) los tiene Venezuela. No por eso hay cada semana algún llamado internacional al respecto o menciones de “estado fallido”, o exigencias arbitrarias. No hay críticas generalizadas a países en peor situación, o críticas provenientes de mandatarios de sobra identificados con radicalismos de izquierda.
¿México está en caos? Por supuesto que no.
La vida en México, incluyendo a estados conflictivos como Guerrero y Michoacán, es la de siempre. Ya vimos que en cuanto se lo propuso el gobierno federal, Acapulco se llenó de visitantes durante la temporada turística. Recordemos que quienes viven de las manifestaciones cobran quincena como maestros en las nóminas oficiales. Importante detalle que no se menciona. Las presiones tienen que ver poco con los eventos de Iguala y mucho con la asignación de contratos petroleros o de obras magnas de infraestructura, así como con la aplicación de reformas en telecomunicaciones, educación y sobre todo, energéticos.
Necio es quien desea que le vaya mal al país para que no le vaya bien a Peña Nieto. Pero hasta ese grado de fanatismo ciega la propaganda a quienes se dejan influenciar y manipular. Alegrarnos porque se debiliten los liderazgos nacionales es la actitud más torpe, más ciega de fanatizados, carentes de información verídica y de capacidad para razonar. El nuevo año trae la novedad histórica de la apertura de la industria petrolera en México a la inversión privada nacional e internacional. El panorama económico es difícil ya que el lento crecimiento y la baja en el precio internacional del petróleo son elementos nada favorables para negociar con los inversionistas. No estamos en tiempos mejores, pero el cambio tendrá que hacerse lo mejor que se pueda.
De sentido común debería ser el interés de los mexicanos por fortalecer a nuestros negociadores.
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