(23 enero 2012).- Testigo de una historia distante, que ha transcurrido en los más recientes 75 años, es uno de los pocos políticos que a estas alturas del Siglo 21 todavía se asume como marxista-leninista ortodoxo.
Bailador de danzón y maestro apasionado de esa disciplina, en su expresión más clásica, según se esmera en aclarar, José Dolores Mártir Velázquez -quien nació el 16 de septiembre de 1936 en Tuxpan, Nayarit-, sigue siendo fiel a una ideología que combina las ideas de Carlos Max y Vladimir Ilich Uliánov, mejor conocido como Lenin, sobre las leyes del desarrollo de la naturaleza y la sociedad, la revolución de las masas trabajadoras explotadas, el triunfo del socialismo y la construcción de la sociedad comunista.
Fue colaborador cercano de Vicente Lombardo Toledano, sindicalista, político y filósofo, que fundó y presidió el Partido Popular Socialista de 1948 a 1968, el año de su muerte. Lombardo Toledano, fue contemporáneo en la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Nacional de otros jóvenes de la época como Manuel Gómez Morín, fundador del PAN, y Antonio Caso Andrade, filósofo y Rector de la UNAM.
Mártir Velázquez y Beatriz Hijar Medina fueron los primeros diputados locales del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) en el Congreso de Jalisco, durante el trienio 1983-1985.
También fue consejero ideológico de quien fuera jefe político de la UdeG y de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (entre 1951 y 1975), Carlos Ramírez Ladewig, a quien describe como serio, formal, un tanto solemne.
Fue el nayarita Alejandro Gascón Mercado, entonces oficial mayor del Partido Popular, quien en 1960, le llevó a sus filas.
LOMBARDO Y EL PPS
¿Qué actividades realizaba el Partido Popular?
En octubre de 1960 el partido asume la filosofía del marxismo-leninismo, se le añade la S al PP, y se convierte en el Partido Popular Socialista (PPS), siempre bajo la dirección de Lombardo Toledano. Lombardo fue la primera persona que trajo a México la bibliografía marxista-leninista (alrededor de 1925). Antes de eso en México los de izquierda eran anarcosindicalistas, incluyendo el Partido Comunista, por eso no hubo plena identidad entre el PPS de Lombardo y el Partido Comunista Mexicano (PCM).
¿Cuál fue la relación que usted tuvo con Lombardo?
Mi relación personal se logró a través del ingeniero Francisco Ortiz Mendoza, que era miembro de su estado mayor intelectual. El ingeniero asistió en 1961 a un evento de la Federación Sindical Mundial con sede en Moscú. Le hicieron un examen de la vista y le dijeron que se iba a quedar ciego.
Cuando regresó yo le dije: «Ingeniero, mis ojos están jóvenes y buenos ¿le pueden servir de algo?». A él le pareció bien la propuesta. Viví en su casa y dormía en su biblioteca, porque me dio la tarea de grabarle sus libros, haciendo una lista previa de conceptos que yo no comprendiese, para que él me los explicara por la noche. Debido a esa relación intelectual, él me ligó con Lombardo. Leí cientos de libros, porque fueron tres años día y noche.
Lombardo murió el 16 de noviembre de 1968. Yo siempre estuve muy vinculado con él en aquellos años. Gracias a Ortiz Mendoza yo entré a la casa de Lombardo, a trabajar gratuitamente para él en su enorme biblioteca de 36 mil volúmenes. Lo que yo quería no eran títulos universitarios, no era mi propósito. La gente quiere títulos para vivir de ellos. Lo que yo quería, desde muy niño, era saber la verdad sobre la naturaleza, sobre el hombre, sobre la humanidad, por qué hay ricos, por qué hay pobres, por qué hay infelicidad, por qué unos están contentos y otros tristes.
¿Qué es lo que hacía singular a Lombardo?
En primer lugar la metodología que usaba racionalmente para analizar los problemas nacionales, internacionales. Tenía una sólida formación teórica. En 1918 se graduó como abogado, pero en 1933 se graduó como doctor en filosofía. A los pocos meses se enfrentó a quien había sido su maestro muy querido, Antonio Caso, en la célebre polémica Caso-Lombardo, en donde Caso quedó como adalid de la derecha.
A raíz de eso la derecha tomó la Universidad Nacional y expulsó a todos los profesores de izquierda, incluido Lombardo. Eso fue en 1933. Lombardo volvió a la UNAM hasta 1959, cuando lo invitaron a dar una conferencia que se llamó «La batalla de las ideas en nuestro tiempo». Yo estuve presente.
Hubo quienes pertenecieron al Partido Popular y luego lo abandonaron. Constancia Hernández Alvirde (ex Rector de la UdeG 1937-1940) llegó a decirle a Lombardo: «Licenciado, vengo a despedirme de usted». Le preguntó Lombardo: «¿Ya se va usted a Guadalajara?». Y le dijo Constancio: «Ya me voy del partido. Usted ya le puso la S de Socialista al Partido Popular y yo no puedo ser socialista porque soy propietario de 140 casas en Guadalajara. No va conmigo».
LA FEG Y CARLOS
¿Cómo ocurre su regreso a Nayarit y después su arribo a Guadalajara?
El Comité Estatal de Nayarit fue a pedirle al maestro Lombardo que me mandara seis meses como organizador del PPS en mi Estado. El maestro Lombardo me prestó seis meses que se convirtieron en seis años. Ahí en Nayarit me casé (con Rebeca Mercado) y volví a la universidad. Fue cuando me convertí en comisario ideológico y político de la Federación de Estudiantes Universitarios de Nayarit.
En un evento, celebrado en abril de 1970 en Oaxtepec, Morelos, para renovar directiva de la Confederación de Jóvenes Mexicanos, me enfrenté a la batería de intelectuales de Guillermo Gómez Reyes, presidente de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG).
Su batería de intelectuales estaba formada por Jesús Rodríguez Gurrola, Francisco Morales Aceves, Juan José Bañuelos Guardado, Jesús Rodríguez Campoy y Andrés López Díaz. El único de ellos que reconoció la categoría de oponente en mi persona fue Juan José Bañuelos Guardado, porque algunos años antes había sido yo invitado a dar una conferencia de filosofía en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Guadalajara.
Entonces dijo que era injusto que no se reconociera la labor que yo estaba haciendo en el medio estudiantil, que yo era un intelectual ya formado y que por lo tanto había que tenerme algún respeto. Después de eso fue Guillermo Gómez Reyes quien me invitó a Guadalajara. Eso ocurrió en 1971.
Contextualización del entrevistado: En Guadalajara, Mártir Velázquez coincidió con un paisano suyo, el capitán Mario López Sánchez, quien había sido jefe de la judicial en Nayarit y alumno suyo en un círculo de estudios filosóficos. El capitán llegó como jefe de la Policía a Zapopan en la Administración de Constancio Hernández (periodo 1971-1973).
José Dolores refiere algunos detalles de las vivencias en esa época. La policía de Zapopan detuvo un automóvil cargado de mariguana. En ese automóvil iban dos elementos de «El Alemán» (Gómez Reyes), conocidos como «El Toris» y «El Preis». Mario, en lugar de meterlos a la cárcel se los entregó a Gómez Reyes. Le pidió a cambio que me trataran bien, porque la fama de la FEG era siniestra. Los de la FEG en sus ratos libres se iban a cometer asaltos en Tepic, además de lo que hacían en Guadalajara.
Cuando yo llegué aquí no me presenté con Carlos Ramírez inmediatamente. Tracé una estrategia de sobrevivencia, me ligué al grupo más violento que era el que encabezaba «El Gordo» Mora (Guillermo), para protegerme. A él lo mataron en el restaurante «El Cid» (el 14 de febrero de 1973). Lo mataron «El Pelácuas» (Carlos Morales García) y «El Perico» (Pedro Ornelas Rochín). En mi presencia «El Pelácuas» le llegó a ofrecer a «El Gordo» Mora un millón y medio de pesos, de aquellos del año de 1973, para que simulara dejarse ganar las elecciones en cada una de las 37 escuelas que controlaba, entre prepas, facultades y secundarias.
Por eso era secretario general electo de la FEG cuando lo mataron, cosa que negó enfáticamente José Manuel Correa Ceseña, quien era presidente de la organización.
Contextualización del entrevistado: Aunque ya vivía en Guadalajara, en esa época Mártir Velázquez estuvo estrechamente vinculado a su paisano, el político nayarita Alejandro Gascón Mercado, quien fue Presidente de Tepic de 1973 a 1975. Alejandro contendió por la Gubernatura de Nayarit en 1975, y aunque la presunción generalizada es que le ganó la contienda al priista Rogelio Flores Curiel, el triunfo no le fue reconocido. A cambio de reconocer la derrota de Gascón Mercado, el presidente nacional del PPS, Jorge Cruickshank García, recibió un puesto en el Senado de la República y un edificio que valía 10 millones de pesos.
¿Cómo se aproxima a Carlos Ramírez Ladewig?
Dando pláticas sobre marxismo en las escuelas, con la autorización de Gómez Reyes. Sin que quiera presumir que tuviera derecho de picaporte con Carlos, sí me recibía cuando le buscaba y discutíamos temas importantes relacionados con el socialismo. Era muy serio, responsable, un tanto solemne, pues hasta cuando saludaba con afecto lo hacía con cierto protocolo. Textualmente decía que yo era un pilar ideológico de la Universidad de Guadalajara. Incluso me preguntaba qué necesitaba para hacer carrera en la Universidad. Yo le decía que lo que mejor me quedaría sería ser coordinador del área de Ciencias Sociales y Humanidades en bachillerato, pues mi propósito era formar cuadros para el PPS.
DIPUTADO DEL PSUM
¿Cómo llega usted a ser candidato por el Partidos Socialista Unificado de México (PSUM) en 1982?
Siempre he sentido un enorme desprecio por los diputados. La Cámara de Diputados me parece algo inútil y todavía más la de Senadores. La Cámara de Senadores debería desaparecer por inútil y reaccionaria, como la desapareció Benito Juárez. Ese desprecio se debe a la doble moral que manejan los políticos mexicanos, la mayoría de ellos, sin importar cuál sea el color político que tengan.
Siendo yo Secretario de Educación del Comité Estatal en Jalisco me obligan a ser candidato a diputado federal. Álvaro Ramírez Ladewig (heredó de su hermano Carlos la jefatura política de la FEG y de la UdeG de 1975 a 1989) fue candidato por el Distrito 17, Horacio García Pérez por el 15 y yo por el 2. El trabajo que hice en la campaña federal se aprovechó para la campaña local en diciembre de 1982 y saqué 12 mil votos, que me llevaron al Congreso local por la vía de la representación proporcional. También llegó Beatriz Hijar Medina, quien fue la heredera de los votos de Horacio en el Distrito 15.
AMLO, ALFARO Y PADILLA
¿Cuál es su opinión de los actuales partidos políticos?
Los partidos desaparecieron, ahora son mafias, por eso López Obrador, dirigente de Morena, creó este instrumento para sacarle la vuelta a «Los Chuchos» (Jesús Ortega y Jesús Zambrano, dirigentes de la corriente Nueva Izquierda en el PRD) y no enfrentarlos y desgastarse estúpidamente con ellos.
Creo que lo mismo se va a hacer en Jalisco con la candidatura de Enrique Alfaro. Aquí el principal obstáculo es el Grupo Universidad (que encabeza el ex Rector 1989-1995, Raúl Padilla), porque piensa en sus intereses particulares y no en los del pueblo. Alfaro no es santo de mi devoción, sin embargo es el único político que ha hecho lo que un político debe hacer, cosas en favor de la comunidad y cumplirlas, llevarlas a cabo, entregarlas, hacer que el pueblo se sienta parte del Gobierno.
¿Por qué Raúl Padilla López tiene tanto poder?
Porque maneja la nómina. Y voy a decir cómo. Un día aquí en este sillón estaba yo y Raúl estaba ahí y me dijo: «Maestro Mártir ¿no tienes interés en ser director del Sistema de Enseñanza Media Superior? Le dije: «¿A cambio de qué Raulito, porque tú no das paso sin guarache…?». Dice, «ah no, no tiene mayor ciencia. Mira, yo llamo a alguien y le autorizo 100 millones de presupuesto. El administra 60 y nosotros 40, y él completa como puede».
Él (Padilla López) maneja hasta el último miembro del Consejo General Universitario a través de la nómina en esas condiciones. Por esa razón los Gobiernos no han podido hacerle nada. Porque si tu aceptas un trato de esos y te vas al bote, eres tú y no él, porque tú eres el que firmaste, no él. Entonces el Gobierno no le puede hacer nada así. Ese es el origen de su verdadero enriquecimiento y además la enfermedad terrible que tiene de acumulación de poder y de dinero.
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