La Tesis de Federico Mayor Zaragoza

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Federico Mayor Zaragoza (nacido en BarcelonaEspaña27 de enero de 1934) es un alto funcionario internacional español. Fue Director General de la Unesco entre 1987 y 1999.

Mayor Zaragoza es doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (1958). Inició su carrera profesional en el mundo académico, alcanzando el puesto de Catedrático de Bioquímica de la facultad de Farmacia de la Universidad de Granada en 1963, y de Rector de dicha Universidad entre 1968 y 1972. Ese mismo año obtuvo la Cátedra de Bioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid, cargo que ha ocupado hasta 2004. Fue nombrado Vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en 1971 y posteriormente Presidente en Funciones (1972-1973). Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular «Severo Ochoa» (CBM), y director del mismo hasta 1978.

Desempeñó cargos políticos: Subsecretario de Educación y Ciencia del gobierno español 1974-1975, presidido por Carlos Arias Navarro, diputado en el Parlamento de España (19771978) por UCD, ya en la Transición política, consejero del presidente del gobierno (1977-1978), ministro de Educación y Ciencia (1981-1982) y diputado en el Parlamento Europeo (1987).

En 1978 fue nombrado Director General Adjunto de la Unesco, puesto que desempeñó hasta su regreso a España en 1981.

En 1987, la 24ª Conferencia General de la UNESCO lo eligió como Director General, cargo en el que permaneció hasta 1999.

Desde el año 2000 preside la Fundación para una Cultura de Paz. Es Presidente del Consejo Científico de la Fundación Ramón Areces desde 1993. En 2005 fue designado copresidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, por el el Secretario General de las Naciones Unidas. En junio de 2008 fue nombrado Presidente del Consejo Directivo de la Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS). Actualmente Preside la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, nombrado por el Gobierno español en octubre de 2010.

Es miembro de múltiples organizaciones, academias y asociaciones nacionales e internacionales, entre otras: Sociedad Española de Bioquímica (1964) de la que fue presidente (1970-1974), Asociación Americana para el Fomento de la Ciencia (1965), Sociedad de Bioquímica del Reino Unido (1966), Real Academia Nacional de Farmacia (1975), Club de Roma (1981), Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1994), Academia China de Ciencias (1994), Academia Rusa de Ciencias (1999), Real Academia Nacional de Medicina (2002) y de la Academia Europea de Ciencias y Artes.

Ha recibido condecoraciones y distinciones de diferentes países y ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por numerosas universidades nacionales e internacionales.

En el 2007 fue premiado con el reconocimiento Madre Terra de los Premios ONES Mediterránia por su trayectoria en la lucha por la igualdad, la justicia social y medio ambiental.

En el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía celebrado el 19 de febrero de 2008 fue nombrado Hijo Predilecto de la comunidad. Recibe esta condecoración en un acto celebrado el 28 de febrero del mismo año en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, dentro de los actos del Día de Andalucía.

En las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 apoyó públicamente la candidatura del PSOE encabezada por Alfredo Perez Rubalcaba;1 asimismo, en enero de 2013 fue unos de las personalidades que apoyaron una manifestación en Bilbao a favor del acercamiento al País Vasco de los presos de la banda terrorista ETA

Federico Mayor Zaragoza es un prominente indignado que se suma, como tantos, al movimiento 15 M en España. En esta extensa entrevista, dividida en tres partes, expone con pasión sus puntos de vista. De sus palabras podemos concluir que el cambio ha dejado de ser una promesa y es hoy por hoy una realidad.

El mundo tuvo una oportunidad única al término de la guerra fría. El fin del enfrentamiento entre dos superpotencias abría el camino para reciclar la inversión militar en inversión para el desarrollo, para ampliar el multilateralismo, para elevar muy alto la solidaridad. No fue así. Se impuso precisamente la política contraria, la del egoísmo unilateral, la del poder del más fuerte. A esa decepción siguió un período largo de resignación. Pero como reza la pancarta de una protesta en el sur: «hemos despertado».

Han sido como vasos comunicantes los malestares públicos, en las tierras de Egipto, Siria, Libia, en México, en Chile, en España. Todas motivadas por razones locales, todas coincidentes en el reclamo de cambios, de rechazo a las políticas sociales, educativas, políticas, económicas. Todas piden ampliación democrática, socialización de los beneficios.

Federico Mayor Zaragoza entra aquí en los pormenores del fracaso, y pone al desnudo las responsabilidades en el ámbito internacional.

«Vivimos momentos fascinantes porque, por primera vez, son posibles cambios radicales en una trayectoria histórica de poder absoluto, que dispone de forma indiscutible de las vidas de los ciudadanos y ha concentrado en muy pocas manos las riendas del destino común. Ahora, que habiendo cometido el inmenso error, ante una sociedad impasible y limitada a la condición de testigo de lo que acaece, de sustituir los valores y principios democráticos por las leyes del mercado, se ha llegado a una situación de una gravedad, complejidad y alcance sin precedentes».