Los Noticieros en México “GRUPO PROMOMEDIOS”

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Se conoce con el nombre de noticiero a todo aquel proyecto impreso, digital, de la radio, televisivo y ahora desde la web (Internet) que se encargue de transmitir a las audiencias las noticias actualizadas del día y de las últimas horas. Cada país cuenta con sus propios canales los cuales transmiten las 24 horas, hoy con alcances universales gracias a la interacción de las nuevas tecnologías… ESTO ES ZONA3.MX

Esta es la primera estación hablada en F.M. hecha en Jalisco, con una programación especializada en temas de actualidad.

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La radio informativa de ZONA3.MX es generadora de opinión publica. La radio se ha constituido en el principal generador y formador de opinión pública y ha llegado a convertirse progresivamente e n un espacio para la expresión de la diversidad social y política, se constituye en el medio de comunicación por el que más de la tercera parte de la población se entera de lo que acontece en el país y en el mundo entero.

ZONA3.MX de divide en siete segmentos que abarcan diferentes géneros de la información.

Su plataforma de entrevista CARA a CARA otro gran segmento que expone de viva voz y en PODCAST a los personajes que son la referencia política, educativa, y del momento que la comunidad desea conocer, interactuar, muchas veces por conducto de sus entrevistadores cuestionar.

https://icono2016.wordpress.com/?s=La+radio+en+México

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Los peligros de la marca TRUMP

La vaguedad de su discurso lo permite. Trump no vende un muro con México y menos una sólida doctrina en materia de política exterior. Lo que vende el magnate es una idea, racista y xenófoba, pero un concepto, al fin. Como dice Derek Thompson en The Atlantic: “a Trump no le interesa las políticas públicas, su llamado al elector trasciende a la agenda y a los problemas”

…De la misma forma, la retórica de Trump será eficaz si encuentra ese marco de confrontación con la aparente candidata demócrata. Hillary Clinton buscará fortalecer su posición de mujer con experiencia, vender la estabilidad política y un cambio moderado con respeto a la gestión de Obama. Clinton se ha encontrado con innumerables problemas durante las primarias del Partido Demócrata. De entrada, la ex primera dama no conecta con el electorado.

Es cierto, su apoyo entre algunos segmentos del Partido Demócrata es innegable, pero no logra ni embonar con los jóvenes ni tampoco con el trabajador blanco, fundamental en muchos estados que definen la elección.

En estos dos terrenos, Bernie Sanders ha sido tremendamente eficaz. Entre los jóvenes, los menores de 30 años, el senador por Vermont ha recabado el apoyo de siete de cada diez. La fortaleza de Clinton está en las minorías: los negros y los hispanos apuestas vehementemente por la candidata demócrata. Si la elección se juega sobre el marco sistema/antisistema, si se convierte en un referéndum sobre quien puede realmente cambiar Washington, en ese terreno Trump podría hacerle mucho daño a Hillary….

Informador Editoriales de Enrique Toussaint Analista Político

Los peligros de la marca TRUMP

Los peligros de la marca TRUMP

Donald Trump es un tipo más complejo de lo que solemos advertir. Es nacionalista, sí. Es racista, también. Su discurso roza en la xenofobia, eso es indudable. Sin embargo, tiene sus paradojas, particularmente si hablamos de un hombre situado a la extrema derecha en el Partido Republicano. Por ejemplo, Trump no es un feligrés del libre comercio y, por lo tanto, no es un enemigo del Estado como Cruz o Rubio. Su nacionalismo económico está por encima: quiere aranceles, y muchos. Barreras al comercio con México y con China, de los que presume una ventaja que daña los intereses de “América”. No es, a diferencia de la ultraderecha del Partido Republicano, un ferviente opositor al aborto. Quiere impuestos al patrimonio y, aunque usted no lo crea, más presión fiscal a las fortunas. Trump es un populista, bajo cualquier acepción de la palabra; un demagogo que está a años luz de cumplir cualquiera de las locuras que está defendiendo en su campaña. ¿Usted se imagina que Estados Unidos bloquee el comercio con China, digamos por un año, mientras el excéntrico nuevo inquilino del Despacho Oval negocia con el gigante asiático los impuestos a las importaciones chinas? ¿Usted cree que México abrirá la chequera, como Trump quiere, para pagar un muro, aún más alto que el actual, entre las dos naciones? ¿Ve usted probable que Trump tenga una mayoría hipercalificada de 75% del Congreso para modificar la Constitución e impedir que algún musulmán se cuele por la frontera?

Los peligros de la marca TRUMP

Los peligros de la marca TRUMP

Derecho de Réplica sobre editoriales de Enrique Toussaint… por A.López

En los editoriales de fin de semana del columnista del INFORMADOR (Diario local de la ciudad de GDL en México) lanza una serie de preguntas a la audiencia a las cuales desde nuestra visión y perspectiva estamos atendiendo y exponiendo en nuestras propias secciones editoriales en ICONO. Por Alvaro López Editor en Jefe de ICONO 2016

China ha sido un peligroso rival económico en competencia especialmente los últimos 16 años a partir de la entrega de Hong Kong por parte de los británicos al gobierno actual Chino. En 16 años la fortaleza de su economía supera en crecimiento y en un desbordado esquema de inversiones del asiático país con todo el mundo. China podría ejercer un mercado ilegal de sus productos (Mercado Negro) por precio de los mismos en la economía de productos de consumo por ejemplo en el sector de la electrónica (gadgets de consumo) sin que aduanas de EUA puedan controlar el acceso de los mismos a través de sus aduanas y fronteras.

Un ataque directo del Presidente de los Estados Unidos en forma directa contra las minorías de ilegales encuentra en los medios no solo hispanos sin mundiales el caldo de cultivo para una nueva serie de ataques en entidades como Chicago, Los Ángeles y Miami al mismo tiempo dejando a autoridades civiles fuera de los controles ante severos esquemas de protestas masivas que llevarían contra las cuerdas su administración.

En el Congreso tiene en contra a Conservadores de su mismo partido como a los Demócratas unidos en su contra… Los mismos apoyos que hoy recibe con aportaciones, le serán reclamados en forma muy desproporcionada. El ataque mediático permanente es una presión que los equipos y plataformas que conforman la estructura TRUMP estarán de tal forma expuestos ante las comunidades especialmente hispanas (a la cabeza) que se ejercerá un efecto tsunami devastador para los propios capitales inmobiliarios y financieros del personaje.

Los peligros de la marca TRUMP

Los peligros de la marca TRUMP

Hoy los medios electrónicos y la tecnología opera en contra de un establishment sujeto solo al poder de compra de las voluntades de La cartera TRUMP. Hasta ahora los fanáticos TRUMP no han demostrado ser lo suficientemente peligrosos como para afrentar con su vida la defensa del personaje, por lo que no vemos en Mr. Trump, un mesiánico Hitler operador de las grandes masas estadounidenses por lo que habrá que esperar si lo que Mr. Trump recibirá no solo el voto, sino el soporte de toda una oligarquía de los gobiernos y sus miembros a nivel nacional.

Es TRUMP contra el mundo, solo apoyado en una serie de sufragios que no irán más allá de una función de circo, del mal circo…

Esta es solo una visión a la distancia de un noviembre que es un parteaguas en la vida democrática de un país sumido en las drogas, en una clase media adormilada, en una economía sobrecargada y en un contexto gubernamental que tiene su base en preceptos del derecho a ejercer su constitución de la cual los medios masivos de comunicación son expertos

Lo que sí dijo Francisco…. Fragmento E.Toussaint

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Corrupción y el alto clero

Y sí, el Papa habló de corrupción. La revisión de los discursos de Francisco nos arroja una realidad: no hubo homilía que no contemplara alguna mención sobre la corrupción. E hizo una crítica, inédita, a los atavismos del alto clero mexicano, a su propensión endémica a privilegiar a los poderosos y a distanciarse de los más necesitados. Un regaño en toda la extensión de la palabra, un correctivo en el que el Papa decidió empeñar el discurso más longevo de su visita. “Sean por lo tanto obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso. No le tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar. Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa; no pongan su confianza en los “carros y caballos” de los faraones actuales, porque nuestra fuerza es la “columna de fuego” que rompe dividiendo en dos las marejadas del mar, sin hacer grande rumor”.

¿Cómo interpretar que el Papa haya dedicado su discurso más largo y punzante a la realidad interna de la iglesia y la actitud de los obispos mexicanos? Una señal clara de que Francisco percibe que el problema se encuentra en casa, de que eran momento de revolver las aguas a su interior y dar un correctivo de magnitud. Su mala relación con el Cardenal Norberto Rivera y con buena parte de la cúpula eclesiástica en México, quedó de manifiesto durante prácticamente toda la visita.

El medio ambiente, por último, fue también una prioridad para Francisco. Desde la encíclica “Laudato Sí”, el Papa ha buscado que la naturaleza se convierta en una referencia de su papado. La naturaleza como sujeto, alejándose de las visiones positivistas que reinaron en la Iglesia Católica y que le negaban sustancia de derecho a la naturaleza. Se veía la condena del capitalismo global, y su ulterior impacto en el medio ambiente, como algo de marxistas renegados, izquierdistas sin remedio. Así lo dijo el Papa en México: “Frente a estas formas, la creación también sabe levantar su voz; esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que “gime y sufre dolores de parto”. A muchos grupos conservadores les gustaría que el Papa hubiera dedicado horas a hablar del aborto, de las amenazas del homosexualismo y de la relatividad moral, pero el medio ambiente es un tema que une, no que separa, y que abona a la ruta de conciliación que plantea el Papa.

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El Papa no dejó conforme a los extremos. Las inconformidades por lo que no dijo el Papa son manifiestas, sin embargo es difícil pensar en algún tema, estructural de nuestro país, que Francisco haya esquivado. Incluso, la visita del Papa a la tumba de Samuel Ruiz fue también un gesto de reconciliación con esas miradas alternativas al interior del catolicismo, muchas veces vilipendiadas y juzgadas severamente por el alto clero nacional y por el Papa Juan Pablo II. Corrupción, pobreza, desigualdad, marginación, explotación y despojo, todo estuvo en el discurso de Francisco. El Papa no cedió ante una exigencia de politización de su visita y apostó por un mensaje que mezcló correctivos y esperanza, relevancia sobre coyunturalidad. Nos hubiera gustado verlo con las víctimas de pederastia o con los familiares de los desaparecidos, lo cual no nos debe llevar a pensar que el Papa no se puso del lado de las víctimas y los débiles, en San Cristóbal de las Casas o en Ciudad Juárez. Decir que el Papa vino a decir nada, es un reduccionismo que no se ajusta a la realidad.

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Annus Horribilis… Enrique Toussaint

ANNUS Horribilis desde EL INFORMADOR

ANNUS Horribilis desde EL INFORMADOR

Analista Enrique Toussaint

Analista Enrique Toussaint

Enrique Peña Nieto llega a su Tercer Informe de Gobierno, el punto intermedio de su administración, con bajísima popularidad

GUADALAJARA, JALISCO (30/AGO/2015).- Primero de septiembre de 2014: Enrique Peña Nieto abre su segundo informe de Gobierno con promesas que dan crédito de la fiebre del momento: un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México y el comienzo de las obras del “tren bala” entre la capital y Querétaro.

Entre ambos proyectos, el Presidente estaba dispuesto a desembolsar más de 200 mil millones de pesos del presupuesto federal. Era el tiempo del “Saving Mexico” y las portadas de los diarios internacionales que retrataban a Peña Nieto como un gobernante pragmático, responsable y reformista. Pocos nubarrones en el horizonte, el plan de vuelo de la Presidencia se desarrollaba conforme a lo previsto. Los Pinos se movían en niveles de 60% de aceptación y la oposición guardaba silencio ante la “eficacia” del Gobierno priista.

Todo cambió en un año. Todo se desmoronó en un año. Ese Gobierno eficaz y pragmático se esfumó para dar paso a un Gobierno incapaz y bajo sospecha. El reformismo, la bandera política del peñanietismo, dejó de ser el centro de atención de la opinión pública. Tras Ayotzinapa o Tlatlaya, las reformas lucen como piezas repletas de frivolidad, extravíos que no atienden el centro de los problemas nacionales.

¿Qué hace el Presidente hablando de competencia en el mercado de telecomunicaciones o de ajuste a la estructura bancaria del país, si no es capaz de evitar que los policías asesinen estudiantes normalistas? ¿Cómo vender un “nuevo país”, cuando la penetración del narcotráfico llega a las mismas narices del Estado? ¿Cómo creer en el proyecto modernizador de un Presidente que no logra contrarrestar las dudas sobre la relación de Los Pinos con empresas como Grupo Higa?

Tras la Casa Blanca, Ayotzinapa, Tlatlaya y más escándalos, el Presidente se escondió en eventos “corta-listón”; en giras interminables por el mundo, y en mensajes a la nación sin cuestionamientos. Ningún medio nacional pudo hacerle una entrevista al Presidente en el último año. Ya no digamos entrevista, ni siquiera accedió a comparecer en ruedas de prensa. Con el temor de empeorar la situación, Peña Nieto se aisló, dejó escándalos sin resolver y decidió ser un espectador de primera fila ante el derrumbe de su imagen.

La Casa Blanca fue el golpe más letal. Ya no hablamos de corrupción en el Ayuntamiento de Iguala o moches para un diputado, sino de conflicto de interés en el círculo más cercano al Presidente de la República. La narrativa entera del peñanietismo se desplomaba cuando se acumulaban los casos de sospecha de conflictos de interés en el gabinete presidencial, involucrando a su mano derecha, Luis Videgaray, y a su mano izquierda, Miguel Ángel Osorio Chong. A la impopularidad repentina de las reformas y a los escándalos por la violación a los derechos humanos, Peña Nieto añadía una más: la duda sobre la limpieza ética del Presidente. Un punto de inflexión innegable.

Año en escándalos

El tercer año de Enrique Peña Nieto en Los Pinos marcará un hito de la historia política del país. No sólo por la dificultad de encontrar casos de tan repentino derrumbe de la credibilidad en un Gobierno, sino por el extravío de un proyecto de país, que gustaba a algunos y a otros no, pero que tenía atisbos de rumbo. De acuerdo a las encuestadoras públicas más connotadas del país, en un año, el Presidente ha perdido un promedio de 19 puntos en los barómetros que miden la aceptación de su Gobierno. Un punto y medio por mes, casi dos millones de simpatías menos cada mes. O si lo queremos ver de otra forma: 23 millones de mexicanos que dejaron de creer en el proyecto presidencial entre agosto de 2014 y agosto de 2015.

A tres días del Tercer Informe de Gobierno, la popularidad de Peña Nieto navega entre los 34 y 39 puntos de aprobación, la más baja de la democracia mexicana. Y de acuerdo a los datos de Reforma,  entre los líderes, como denomina dicho periódico a un conjunto de empresarios, académicos y referentes de opinión, la aceptación sobre la labor del Presidente cayó a 14 por ciento, perdiendo 70 puntos en año y medio.

La Presidencia vive una “tormenta perfecta” y parece no tener Plan B. Ante el descrédito producido por una investigación incompleta sobre Ayotzinapa, los recientes hallazgos por parte del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín pro Juárez sobre Tlatlaya, la exoneración al Presidente por parte del Secretario de la Función Pública en el caso de la Casa Blanca y las revelaciones del periodista Carlos Loret de Mola de presuntas ejecuciones extrajudiciales en Tanhuato, la Presidencia luce pasmada. Pocos creen la versión oficial.

Y para rematar, la fuga del “Chapo” retrató a un Gobierno incapaz de mantener al criminal más buscado del mundo tras las rejas. Lo más grave es que no vemos a un Presidente luchando por recuperar la credibilidad perdida. La puesta en escena en donde el secretario de la Función Pública “exonera” al Presidente fungiendo como su abogado defensor, y no como un contralor que nos defiende a todos los mexicanos, es la prueba más fehaciente de la renuncia presidencial a recuperar la credibilidad. Tampoco los cambios en el gabinete buscan recatar algo de confianza, sino la profundización de la tendencia hacia un gabinete hermético y de leales a Peña Nieto.

Y si bien las crisis son coyunturas a las que tiene que enfrentar cada Gobierno, la reacción habla mucho de su capacidad política. Si tomamos el caso de la FIL, mundialmente conocido porque el Presidente no pudo decir los tres libros que marcaron su vida precisamente en la fiesta más importante de los libros en castellano, bien podríamos hacer un paralelismo con la situación política por la que atraviesa la Presidencia. La falta de “reflejos” y su incapacidad para improvisar un guion tras el cambio de vientos políticos en el país, no es más que la prueba fehaciente de un Gobierno que sigue replicando las fórmulas fallidas del pasado.

Hoy, el fantasma de la Casa Blanca sigue pesando en la opinión pública. Este Gobierno no ha sido capaz de “cerrar”, con argumento y justificaciones, ninguno de los frentes abiertos que tiene en el horizonte político.

EPN

EPN

Año sin resultados

No sólo los escándalos minaron la credibilidad presidencial, los resultados de Gobierno no se ven por ningún lado. Dice Manlio Fabio Beltrones, en una entrevista que concedió a Leo Zuckermann, que “lo que espera la gente del PRI es resultados”, no otras cosas. Fue también la narrativa de Peña Nieto: ante la inexperiencia panista, ofreció eficacia. Sin embargo, los datos en prácticamente todas las materias son indiscutiblemente malos.

Comencemos por la economía. Los resultados de Coneval que miden 2013 y 2014, años en los que Peña Nieto ya despachó en Los Pinos, muestran el rotundo fracaso tanto de la Cruzada Nacional contra el Hambre como de Prospera. Dos millones de pobres más, de acuerdo a las cifras de Coneval, y un repunte de la pobreza por ingresos. Lo mismo lo vemos en la Encuesta Nacional sobre Ingresos de la Hogares (ENIGH), elaborada por el INEGI: caída progresiva del salario y del poder adquisitivo de los mexicanos. Sintetizando: durante los primeros tres años de Peña Nieto, dos mil 700 mexicanos cayeron en pobreza al día, y el ingreso de los mexicanos cayó 3.5 por ciento durante 2014 (el único segmento de la población que creció sus ingresos fue el 10% más rico).

En materia de crecimiento económico, los resultados del sexenio son aún más negativos que la de ya por sí tendencia depresiva de la economía mexicana. Durante los dos primeros años de la actual administración, la economía creció a ritmo de 2 por ciento anual. En 2013, la economía alcanzó un bajísimo crecimiento de 1.4 por ciento, mientras que en 2014 la cifra fue de 2.2 por ciento. Y de acuerdo a los datos del Banco de México (Banxico), en 2015 el crecimiento se situará entre los dos y los dos puntos y medio. Una tendencia de crecimiento por debajo de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón (éste incluso con la gran recesión de 2009).

Y no sólo el crecimiento ha sido raquítico, sino que la distribución del ingreso refuerza la tendencia hacia la concentración en 1 por ciento de la población o en el decil más rico del país.

La inseguridad muestra algunos claroscuros. Los datos sobre homicidios que publica el INEGI marcan una tendencia hacia la disminución desde el 2011. El registro nacional pasó de 23 mil 63 homicidios en 2013 a 19 mil 669 en 2014. Una caída de los homicidios nada despreciable de 18 por ciento. Sin embargo, de acuerdo a los datos que publica el Sistema Nacional de Seguridad Pública, la tendencia al declive se detuvo y ha comenzado un repunte en 2015, prácticamente en cada mes.

Asimismo, es innegable que existen focos rojos que siguen impactando la credibilidad de la estrategia de combate a la inseguridad: Guerrero, 48 homicidios por cada 100 mil habitantes; Chihuahua con 46; e incluso el Estado de México con casi tres mil homicidios durante 2014 (el 15 por ciento del total del país). A estos datos hay que añadir los múltiples escándalos en los que han estado envueltas las fuerzas federales y la milicia en Tlatlaya, Tanhuato, Apatzingán e Iguala.

Así llega Peña Nieto a su tercer discurso sobre el Estado que guarda la nación. No sabemos cuál será la narrativa de su intervención, sin embargo Peña Nieto ya no enfrenta solamente a la oposición o a los medios de comunicación críticos. La batalla del Presidente es por recuperar la credibilidad perdida.

Los resultados de la segunda parte de su administración, tanto en materia económica como en materia de seguridad, son fundamentales, pero ya no son la métrica desde la que su sexenio será juzgado. El problema del Presidente es eminentemente político, ni siquiera de eficacia, es de falta de confianza. Desaprovechó la investigación de la Casa Blanca por parte de la Secretaría de la Función Pública y tampoco pudo recuperar credibilidad con los cambios en su gabinete. Seguramente el Presidente agradecerá que se acabe el que es el peor año de su trayectoria política.